Alejandra, Fermín, Jacopo,..

Título esta entrada con los nombres de algunos de mis personajes literarios favoritos. A propósito de esto, recuerdo haber oido en alguna entrevista no recuerdo quién era el entrevistado, una frase que me llamó mucho la atención: "Algunos de los personajes de la novelas que he leído son más reales que mucha gente que conozco". Aunque evidentemente la frase es una "boutade", no deja de tener cierta verdad. Y es que hay personajes literarios a los que me siento más cercano que a gente con la que me cruzó todos los días. Voy a repasar un poco mis sentimientos, creo que no es exagerada la palabra, hacia los personajes que dan titulo a la entrada: Alejandra Vidal, Fermín de Pas Y Jacopo Belbo, que aparecen, no por casualidad, en tres de mis novelas favoritas "Sobre Héroes y Tumbas", "La Regenta" y "El Péndulo de Foucalt". Y es que quizás la clave de una novela sea contar con grandes personajes.

De Alejandra Vidal, tengo poco que añadir respecto a lo que dije en la entrada que dedique a "Sobre Héroes y Tumbas". Creo que encarna el misterio que rodea a las mujeres y que tanto nos atrae a algunos hombres. En ese sentido, es un acierto de Sabato que todo lo que sepamos de Alejandra lo conozcamos a través de Martín, con lo que determinadas facetas de la vida de Alejandra sólo las intuimos. Lo que más me gusta de ella es esa forma de vivir la vida "a bocados", sin concesiones a los convencionalismos de un mundo que considera absurdo. Y sin embargo, en determinados momentos, esa dureza cede para dejar paso a un sentimiento de ternura, casi maternal, por Martín.

Fermín de Pas, el sacerdote enamorado de Ana Ozores en "La Regenta" es considerado por algunos como un personaje repelente. Sin embargo, Clarín consigue con ese personaje mostrar como en un mismo ser humano se puedan dar facetas que son aparentemente contradictorias, y como la confrontación entre estos aspectos contradictorios puede ser la base que explica el carácter de una determinada persona. Fermín es una persona brillante, sacerdote culto, bien preparado y de una oratoria brillante es, a la vez temido y respetado en Vetusta. El caracter arrogante que muestra en público contrasta con el sometimiento a una madre, de origen modesto, que ha dirigido todos sus pasos para conseguir que el hijo alcance la posición que ostenta. Sin embargo Fermín se enamora perdidamente de la regenta, y ese amor le lleva a cometer actos tremendamente patéticos, casí infantiles.

Por último Jacopo Belbo es un gran personaje de un escritor que, a mi juicio, no destaca por su descripcón de tipos. Sin embargo Jacopo Belbo es la excepción, intelectual de caracter irónico, su personalidad está marcada por un suceso ocurrido muchos años antes cuando era un niño. La presencia de Jacopo logra que una novela con un argumento brillante, casi deslumbrante desde el punto de vista intelectual, también tenga esa cercanía con el lector que sólo consiguen los libros que nos cuentan la vida de estos personajes al menos tan reales como muchas personas de carne y hueso.

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